Los investigadores forenses digitales ayudan a atrapar y encerrar a los delincuentes mediante el uso de técnicas como la recuperación de datos para encontrar pruebas incriminatorias en los dispositivos de un sospechoso. Las condenas se han logrado al mirar correos electrónicos, búsquedas en Internet y archivos eliminados. A continuación se muestran algunos ejemplos de cómo de recuperación de datos Los programas han ayudado a las fuerzas del orden a identificar a los delincuentes.
El análisis forense digital es un nuevo tipo de análisis forense que encuentra evidencia de actividad delictiva en "artefactos digitales": computadoras, discos en la nube, discos duros, dispositivos móviles y similares.
Gran parte de la evidencia que los investigadores forenses digitales pueden recopilar para presentar en la corte se obtiene mediante el uso de programas de recuperación de datos. Por ejemplo, los archivos eliminados se pueden encontrar nuevamente con el uso de programas como DataNumen Data Recovery y los archivos protegidos con contraseña se pueden abrir con programas similares a DataNumen Outlook Password Recovery.
Los programas de recuperación de datos están comúnmente disponibles para el público en general y las agencias de aplicación de la ley pueden usar estos programas o programas más sofisticados para reunir evidencia para un arresto o una orden judicial o incluso para obtener una condena. Este fue el caso de los cinco criminales a continuación.
1. Dennis Rader
Dennis Radar fue un asesino en serie que mató al menos a diez personas en Kansas entre 1974 y 1991. Era conocido como el asesino BTK por su modus operandi. Irrumpiría en las casas de sus víctimas y las ataría, torturaría y mataría.
Radar enviaba cartas burlonas a las fuerzas del orden y los medios de comunicación y esto fue finalmente lo que ayudó a llevar a su captura. Radar había enviado un disquete a una estación de televisión y los científicos forenses digitales pudieron recuperar un documento de Microsoft Word eliminado que los llevó a identificar a Rader.
2. José E. Duncan III
Joseph Edward Duncan III es un abusador de menores y asesino en serie que se encuentra actualmente en el corredor de la muerte por el secuestro y asesinato de una familia en Idaho y el asesinato de un niño en California.
Cuando los investigadores forenses digitales examinaron su computadora, pudieron recuperar una hoja de cálculo en la que planificó sus crímenes. Esto se utilizó como prueba de que sus acciones fueron premeditadas y fue una de las razones por las que se le impuso la pena de muerte.
3. Vidrio de Robert Frederick
Robert Frederick Glass fue condenado o torturando y estrangulando hasta la muerte a Sharon Rina Lopatka en Maryland.
La policía fue alertada sobre la participación de Glass en el asesinato de Lopatka después de que se encontraron seis semanas de conversaciones por correo electrónico entre los dos antes de su muerte. Los dos se habían reunido para una cita para cumplir las fantasías sexuales de tortura que tenía Lopatka.
Este caso, que data de 1996, es uno de los primeros casos reconocidos de policías que identificaron a un sospechoso de asesinato debido a pruebas encontradas en correos electrónicos.
4. Dr. Conrado Murray
El Dr. Murray era el médico personal del cantante pop Michael Jackson. Jackson murió de una sobredosis de un anestésico general llamado propofol.
El Dr. Murray fue acusado de involuntary homicidio por la muerte de Jackson. Su condena se debió en parte a la evidencia que se encontró en esta computadora que mostraba que había estado prescribiendo cada vez más propofol a Jackson.
5. Krener Lusha
En 2009, en el Reino Unido, Krener Lusha fue arrestado bajo sospecha de que planeaba cometer actos terroristas. Las fuerzas del orden tomaron medidas para arrestar a Lusha basándose en pruebas digitales.
Durante su arresto, la computadora portátil de Lusha fue incautada y forense digital descubrió su historial de búsqueda, que incluía búsquedas sobre cómo fabricar bombas y chalecos suicidas. Los materiales correspondientes recomendados por su búsqueda también fueron encontrados en su apartamento.
Las transcripciones de conversaciones recuperadas en las que Lusha se presentaba a sí mismo como un "terrorista" que quería ver "judíos y estadounidenses asesinados" fueron recuperadas de su computadora portátil y presentadas ante el tribunal.
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